Posts Tagged ‘partido popular’

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La Ascensión sigue siendo hoy jueves

mayo 18, 2023
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Retablo de la Ascensión, capilla de la Universidad de Oviedo. Es de posguerra, por supuesto: el histórico ardió cuando los rojos quemaron la Universidad en 1934

Tres jueves hay en el año
que relucen más que el sol:
Corpus Christi, Jueves Santo
y el día de la Ascensión.

Una de las fiestas más importantes del año. En toda la Cristiandad, especialmente en España, y muy especialmente en Oviedo. Pero con Juanito (alias Juan Carlos) y con la Conferencia Episcopal, llegó el bonapartismo al calendario festivo.

Aun con las limitaciones legales (que no legítimas), si hubiera cabeza y no hubiera mala voluntad, no sería difícil celebrar la Ascensión en su día, es decir, hoy jueves. Si el vergonzante tripartito municipal saliente (que dicen que no son rojos) hubiera tenido voluntad, podríamos estar celebrando hoy la fiesta. Y si Gabino de Lorenzo (el Alfredo Canteli de hace unos años) no hubiera dejado caerse la plaza de toros, con corrida también.

Por nuestra parte celebramos la festividad hoy mismo. La Asturias oficial —laica o eclesiástica, municipal o autonómica— es tan artificial que no cuesta tanto vivir al margen; y aunque cueste un poco, merece la pena ignorarlos. Y volveremos a brillar por nuestra ausencia en los actos (supuestamente) por la Ascensión programados para el fin de semana. Podrán ocuparnos y oprimirnos, pero no vamos a hacer el triste papel de colaboracionistas.

La feria de la Ascensión, la de verdad, era rural, agrícola y ganadera, además de taurina. Hoy se olvida que Oviedo no es sólo ciudad, sino también campo; y qué decir de los concejos que nos rodean. Al menos hemos tenido un inicio de semana agrícola, ganadero, rural y reivindicativo, con la gran manifestación SOS Rural en Madrid el pasado domingo, San Isidro Labrador el lunes y la tractorada y manifestación que copó Oviedo el martes. Algo es algo.

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La derecha es más laicista que la izquierda: el caso del Ayuntamiento de Oviedo (II)

marzo 1, 2023

Hoy es Miércoles de las Cuatro Témporas de Cuaresma. Parece un día adecuado para volver sobre lo que el Ayuntamiento de Oviedo nos hizo aguantar la semana pasada. Que es más o menos lo mismo que hacen año tras año desde el Gabinato: lean la entrada de LAS LIBERTADES con la misma ocasión del año pasado.

Por si no habían caído, el 22 de febrero fue el Miércoles de Ceniza. El comienzo de la Cuaresma. El Carnaval termina cuando empieza la Cuaresma. La Cuaresma es la razón de ser del Carnaval: por eso éste fue muriendo, porque los rigores de la Cuaresma fueron dejando de observarse. Por eso lo que ahora llaman Carnaval no lo es en realidad; es un festejo subvencionado y promovido desde los poderes públicos. Y los de Oviedo, el Ayuntamiento presidido por el «católico» Alfredo Canteli y gobernado por la coalición del Partido Popular y de Ciudadanos, se regodea en convertir la Cuaresma en su Carnaval. ¿Humo de las logias o simplemente estupidez y desprecio?

Como decía LAS LIBERTADES el año pasado, Canteli y su ayuntamiento desprecian y escarnecen la religión e impiden a los cristianos el recogimiento propio de este tiempo; se burlan del Miércoles de Ceniza, de la Cuaresma y de nuestra ciudad, además de convertir a Oviedo en objeto de mofa.

Es cierto que otros municipios asturianos hacen algo parecido (notorio ha sido este año lo de Arriondas, por ejemplo). En casi todos ellos empezaron a hacerlo en esta «democracia» con ayuntamientos de derechas. Curiosamente los ayuntamientos asturianos en manos de las izquierdas, cuando se inventaron este Carnaval (o Antroxu, como quieren algunos) del Régimen del 78, respetaron al menos las fechas tradicionales y no invadieron la Cuaresma.

Pero es que el Ayuntamiento de Oviedo no sólo se felicita, hasta en sus propios medios de comunicación, del supuesto éxito de su aquelarre a base de dinero público. Es que hace parecidos escarnios del cristianismo hasta en Navidad.

No hemos oído ni una voz eclesiástica condenando el nuevo atropello. Al fin y al cabo, como decía el año pasado el canónigo Tuñón Escalada, la relación con el Ayuntamiento siempre es cordial. Claro que el Cabildo también permite carnavaladas en la Catedral, y aun coopera en ellas. (¿Será por vanidad, o por simonía, como al cobrar entrada por acceder al templo?). Y es que en esta ciudad y en esta diócesis reina la abominación de la desolación.

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Oviedo, desarmado. Un Desarme falsificado y ridículo

octubre 14, 2022

Oviedo lleva mucho tiempo sufriendo malos alcaldes y malos ayuntamientos. Justo es reconocer que la derecha ha suministrado los peores. Con el tevergano Alfredo Canteli la ciudad está alcanzando, si no superando, los extremos de esperpento a los que Gabino de Lorenzo nos tenía acostumbrados.

También llevamos años sufriendo la creciente hipertrofia del Desarme, una simpática fartura entre amigos que los políticos y los medios del régimen, secundados por la babayería dominante, han ido transformando en otra cosa completamente distinta y sin gracia. Para colmo de males, han terminado por dar categoría de verdad sabida a un error que hace años empezaron a difundir, en su ignorancia y su malicia, esos mismos políticos y esos mismos medios: que el origen del Desarme tenía que ver con las Guerras Carlistas; que carlistas eran las tropas desarmadas, o al menos derrotadas en un supuesto intento de tomar Oviedo. Nada más lejos de la realidad, como sabe cualquiera que sepa algo. La necedad de los nuevos desarmantes no tiene excusa, porque la Comunión Tradicionalista ha efectuado en las últimas décadas numerosas publicaciones aclarando y detallando los hechos históricos reales.

La Milicia Nacional, etarras del siglo XIX.

El único episodio de las Guerras Carlistas que se aproxima a la fecha del Desarme, pero no coincide con la misma, es el paso de una columna de los Ejércitos del Rey legítimo Don Carlos V, columna que mandaba el General Sanz. Para proteger un tren de suministros y prisioneros se llevó a cabo un ataque de distracción contra la Milicia Nacional (liberal) que por entonces aterrorizaba Oviedo, que sufrió numerosas bajas. Pero el día 20 de octubre de 1836, dicha columna entró triunfalmente en Gijón, por lo que los hechos relatados no pueden corresponder al Desarme ovetense, que se refiere más bien a uno de los varios desarmes llevados a cabo por liberales moderados contra su propia Milicia Nacional, advenedizos convertidos en terroristas, equiparables tanto por su actuación como por su adscripción política a la horda socialista que arrasó Oviedo en octubre de 1934; aunque los liberales del siglo XIX mantuvieron por mucho más tiempo su dominio de terror, robos, confiscaciones, masivas detenciones arbitrarias y asesinato de numerosos ovetenses.

Este año 2022, aparte de programar unas supuestas recreaciones históricas —antihistóricas— que no recrean más que fantasías, los munícipes parásitos le han dado, a costa del contribuyente, bombo y platillo en toda España a sus desarmantes ocurrencias. Desde la presentación de su nuevo Desarme en Santander (la crónica de la misma en El Diario Montañés habrá estropeado la digestión a cualquiera que recuerde que ese periódico fue carlista) hasta un cupón de la antaño benemérita ONCE.

Pero su sevicia contra las costumbres y la historia ovetenses se extiende a su aborrecimiento a las costumbres católicas. Mueven la fecha habitual del Desarme y además extienden a varios días lo que siempre fue uno solo. E inauguran el muy cárnico menú hoy viernes, día de abstinencia obligatoria.

Oviedo, desarmado.

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La Ascensión es hoy jueves

mayo 26, 2022

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Retablo de la Ascensión, capilla de la Universidad de Oviedo. Es de posguerra, por supuesto: el histórico ardió cuando los rojos quemaron la Universidad en 1934

Tres jueves hay en el año
que relucen más que el sol:
Corpus Christi, Jueves Santo
y el día de la Ascensión.

Una de las fiestas más importantes del año. En toda la Cristiandad, especialmente en España, y muy especialmente en Oviedo. Pero con Juanito (alias Juan Carlos) y con la Conferencia Episcopal, llegó el bonapartismo al calendario festivo.

Aun con las limitaciones legales (que no legítimas), si hubiera cabeza y no hubiera mala voluntad, no sería difícil celebrar la Ascensión en su día, es decir, hoy jueves. Si el vergonzante tripartito municipal (que dicen que no son rojos) tuviera voluntad, podríamos estar celebrando hoy la fiesta. Y si Gabino de Lorenzo (el Alfredo Canteli de hace unos años) no hubiera dejado caerse la plaza de toros, con corrida también.

Por nuestra parte celebramos la festividad hoy mismo. La Asturias oficial —laica o eclesiástica, municipal o autonómica— es tan artificial que no cuesta tanto vivir al margen; y aunque cueste un poco, merece la pena ignorarlos. Y volveremos a brillar por nuestra ausencia en los actos (supuestamente) por la Ascensión programados para el fin de semana. Podrán ocuparnos y oprimirnos, pero no vamos a hacer el triste papel de colaboracionistas.

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La derecha es más laicista que la izquierda: el caso del Ayuntamiento de Oviedo

marzo 8, 2022

El pasado domingo era el primero de Cuaresma. El día anterior, Sábado después del Miércoles de Ceniza, sufrió Oviedo el «gran desfile del Carnaval». El domingo continuaban (y finalizaban, gracias a Dios) en la ciudad los festejos del «Carnaval» instituidos por el Ayuntamiento presidido por el «católico» Alfredo Canteli y gobernado por la coalición del Partido Popular y de Ciudadanos.

Como hace unos días señalaba LAS LIBERTADES en las redes sociales, el Carnaval termina cuando empieza la Cuaresma. Por lo que el Ayuntamiento de Oviedo, organizador de esta artificial carnavalada, desprecia y escarnece la religión e impide a los cristianos el recogimiento propio de este tiempo; se burla del Miércoles de Ceniza (que fue el pasado 2 de marzo, no se olvide) y de nuestra ciudad, además de convertir a Oviedo en objeto de mofa.

Este disparate sacrílego no es nuevo. El Carnaval (o, como algunos pretenden, el Antroxu) murió hace muchos años. Murió porque dejó de observarse estrictamente la Cuaresma, que antaño era tiempo de verdadera penitencia. Desaparecida ésta, el Carnaval dejó de tener sentido. Nunca había sido festivo oficial ni escolar, ni estaba organizado por los poderes públicos. Era espontáneo y popular, y en nada se parecía a las actuales carnavaladas municipales.

Los primeros ayuntamientos «democráticos» en manos de la izquierda decidieron reinventar el Carnaval, decretando, promoviendo y financiando estos jolgorios que son mezcla de fiesta infantil estadounidense, imitación cutre de Río de Janeiro y desfile del Orgullo sodomita. En Asturias fueron pioneros los de Gijón y Avilés, en manos del PSOE y de su muleta el PCE (más tarde Izquierda Unida). Pero al menos respetaron las fechas: el Martes de Carnaval se acababa la cosa.

Los de la derecha los imitaron, por supuesto. Y los ayuntamientos asturianos en manos del Partido Popular invadieron tranquilamente la Cuaresma con sus carnavaladas. Los más caracterizados, como eran los de Villaviciosa y Oviedo.

Alguno dirá que se hacía con el fin de promover el turismo, separando las fechas de «su» Carnaval de las de los concejos vecinos. Si fuera así sería ya bastante malo, por el profundo desprecio a la religión que denotaría. Pero no es sólo eso, como queda demostrado con mirar a las atrocidades que el Ayuntamiento de Oviedo perpetra durante las Navidades. Veamos las últimas.

Desfile de Santa Claus, renos y elfos, por las calles de Oviedo el día de Nochebuena de 2021. ¿Se puede caer más bajo? (Foto Paco Paredes / EFE)

La estrella ovetense de las pasadas Navidades fue… ¡Papá Noël! O eso decían el Ayuntamiento y los medios del régimen, porque siempre confunden el francés Papá Noël con el estadounidense Santa Claus. (En su descargo cabe decir que muchos franceses de hoy también los confunden). El Oviedo que sufre a Alfredo Canteli sufrió también hasta un desfile de Santa Claus, en plan versión pueblerina de Nueva York. «La idea es dinamizar la ciudad, su comercio y su hostelería», dijo la concejal del PP Covadonga Díaz, y subrayó que hay desfiles similares en otras ciudades (en otras ciudades en manos del extranjerizante PP). Por su parte, la concejal de Vox en el consistorio, Cristina Coto, acusó a Canteli de secularizar la Navidad ovetense: «Nos sorprende que Canteli, autodeclarado católico, secularice la Navidad ovetense con el desfile de Papá Noël». A la hora de entrar en detalles, la de la marca verde del PP no pudo, o no quiso, evitar caer en el ya manido sociologismo para sostener su acusación: «la religión mayoritaria en España es la católica». Resulta hasta divertido leer a Cristina Coto de la Mata criticar lo de Santa Claus. Porque antes de estar en Vox estuvo en FAC (Foro Álvarez-Cascos, alias Foro Asturias de Ciudadanos) y antes de eso en el Partido Popular, que abandonó el mismo año que Gabino de Lorenzo dejó la alcaldía de Oviedo. Y fue Gabino de Lorenzo, precisamente, quien secularizadoramente introdujo a Santa Claus (Papá Noël para sus adeptos carbayones) en las Navidades de la ciudad. Claro que él, adalid de la horterada, puso en las calles un trineo de Santa Claus… eléctrico. El de Canteli estaba tirado por renos de verdad. Si es que no se ahorran medios para que Oviedo sea cada vez menos ovetense.

También resultaría casi divertido, si el asunto no fuera tan serio, oír a la concejal de Vox quejarse de la secularización. Ella, que ha dado ejemplo de cristiandad «casándose» ante notario; que eso del sacramento está muy visto… Claro que en esto de la burla del sacramento, Alfredo Canteli también compite. Poco después de su elección, el «católico» alcalde ofició con gran pompa y boato y grandes muestras de satisfacción un «matrimonio» de sodomitas. Del PP, por supuesto.

Dejamos para otra ocasión ampliar el asunto con las relaciones aparentemente cordialísimas que estos consistorios de derechas mantienen con el Arzobispado. Su titular, Fray Jesús Sanz, sacó hace pocos días una de sus cartas semanales, dedicada al conflicto de Ucrania. Pide en ella no perderse en «batallas ideológicas», pero los términos en que se refiere a los implicados parecen sacados de las soflamas del PP o de Vox. No es la primera vez. A lo mejor en este liberalismo y esta extranjerización comunes reside el secreto de tan buen entendimiento con la derecha laicista.

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